lunes, 28 de junio de 2010

Infusión Vaginal




Esto es algo que se me pasó mencionarles hace varios días ya. En la entrada El espiritu matematico hablé de Monica, una tipa bastante delirante como podrán ver. Resulta que hace poco, hablando con una ex amiga de ella, me contó algo terrible sobre Monica, que me dejó desencajado.

Monica mantenía una relación de pareja, es decir, tenía novio. Al parecer ese pobre hombre se estaba cansando de muchas de las estupideces de ella, por lo cual la relación estaba en peligro, a punto de romperse. La idiota, desesperada, no sabía como hacer para mantenerlo a su lado, ya que no quería quedarse sola. Así que comenzó a hacerle comidas afrodisíacas para despertar en él el fuego de la pasión que se había extinguido.

Pero la historia cruzó el limite cuando supe que uno de los últimos recursos de ella fue prepararle un té, a escondidas, con flujo vaginal o algún tipo de sustancia proveniente de allí. Estaba convencida que dándole un té de flujo, serviría de solución para recomponer la relación. No se de donde sacó la idea, pero según ella funcionaba barbaro, ya que tenía referencias; lo cual me hace pensar que muchas mujeres escucharon sobre ese rumor, y tengo miedo que lo anden empleando a escondidas de los hombres.

Cuando me enteré, repito, quedé en shock, perplejo ante los limites que es capaz de cruzar una mente delirante e inescrupulosa. Para colmo, lo mas gracioso, es que el novio le cortó ese día que ella lo había invitado a merendar para conversar sobre el rumbo del noviazgo.
No puedo evitar imaginarme a Monica ansiosa, viendo como el pibe se chupaba el té, seguido del corte definitivo por parte él. Su infusión vaginal evidentemente fracasó.

Ademas, por ultimo, tal revelación me provocó un trauma. Yo, debido al frío, siempre vivo resfriado y mi novia Florencia suele preparme té en un acto de amor y protección hacía mi. Sin embargo, uno de esos días que estuve medio engripado entré en pánico cuando ella, toda tierna y amorosa, me alcanzó una tasa de té. Lo miré totalmente desconfiado, mi novia no entendía mi reacción y mi rechazo a querer tomarlo, hasta que le conté lo que me había enterado sobre lo que hacía Monica. También quedó perpleja (espero que eso no le haya dado ideas), me miró fijo, no dijo nada e indignada negó con la cabeza (como tratándome de enfermo mental) agarró la tacita del té que me había preparado, se dio media vuelta y lo tiró en la pileta de la cocina, se sentó en el sillón a mi lado y nos quedamos viendo TV en completo silencio sin hablar del tema. Eso si, ahora me jodí porque el té me lo tengo que preparar yo.

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