miércoles, 10 de febrero de 2010

Disparandole a los gatos IV: La venganza contra Jorge.


Después del intento frustrado de venganza contra Jorge, hoy a la mañana logré dar el golpe. Un golpe seco en la cabeza que lo desmayó, lo cual me permitió cortarlo en pedazos y guardarlo en la heladera.

Hablemos enserio. Cuando el otro día estuve en el galpón, visualicé una escalera de madera, de carpintería o algo así. Fue una herramienta extremadamente necesaria porque sin ella hubiese sido casi imposible ejecutar el plan.

Florencia estaba parada en una silla del lado de su jardín riéndose y mirando lo que yo hacía, logrando que yo entorpeciera la cosa puesto a que me reía también.
Así que busqué la escalera, la arrimé contra la pared divisora, mientras mi chica me preguntaba que iba a hacer, dado que no le comenté mi plan.

Olivia es una labradora simpática, no muy grande. Nose que edad tendrá pero para rondará los seis meses, así que no me resultó tan pesada. La cargué mientras me lamía la cara con expresión de felicidad, como si estuviese contenta de estar a upa mío.
Cuidadosamente subí dos escalones y le dije a Florencia que la agarrara fuerte y tuviera cuidado de no caerse. Igual la pared no es muy alta por lo cual nadie corría riesgos de salir lastimado.

Florencia no entendía que le estaba secuestrando la mascota a Jorge, y creo que ante mis ruegos de que me iba a caer de la escalera cedió a agarrarla y pasarla de casa. Pero lo peor fue que cuando agarró a la perra, pude ver como mi novia se caía de la silla con Olivia encima, no fue grave pero me costó ser insultado por al menos media hora.

Después de invadir propiedad ajena la paranoia se apodera de uno como nunca, me puse a pensar que hasta quizás podría ir preso si algún vecino notó el robo. Florencia no se cansó de convencerme que me retractara y devolviera al animal a su casa y casi lo logra, pero de todos modos ya era tarde, no tenía gracía dar marcha atrás.

Me siento raro. Por un lado contento, pero me dio algo de pena escucharlos llamar a la perra.

Florencia me insistía en que no podía a dejar a la perra en su casa, y estaba en lo cierto, asi que después de vigilar que no estén en la vereda, nose como junté valor y me animé a salir y empezar a correr con la perra atada a una soga improvisada que le até a su collar.

La traje hace un rato a mi casa porque en la de mi novia corría altos riesgos de ser vista, y de hecho sucedió algo increíble. Hace un rato, cuando estaba redactando esto para actualizar el blog, me llamó Florencia diciéndome que llamaron a la policía.

Ni bien dijo esto creo que me desmoroné por un segundo, en el cual pensé que había sido descubierto y que la policía estaba viniendo para mi casa a detenerme. Así que con la garganta seca y fuera de sí, le pregunté que pasó y el dialogo fue más o menos así:

- Me hiciste pasar un momento de mierda, estúpido. Vinieron Jorge y la policía a casa (llorosa casi gritando)

-¿Para que abriste, sos pelotuda? ¿Los dejaste pasar? – la interrumpí inmediatamente.

- ¿Me vas a dejar hablar? Porque te corto y te jodes. No, no hizo falta, estaba arreglando las plantas adelante, me vieron y me peguntaron si había visto algo porque le habían robado la perra… – dijo enojada.

- Calmate un poco ¿Y que les dijiste? No habrás metido la pata…. – pregunté sin dejarla terminar una vez más.

Y me cortó el teléfono. Así que la volví a llamar totalmente preocupado y enfurecido. Me pareció re bestia que me cortara el teléfono dejándome en ese estado. El corazón latía a punto de salirse del pecho y para colmo me moría y muero de sueño ahora mismo porque me desperté muy temprano. La llamé un par de veces y se hizo rogar, no me contestaba, pero finalmente atendió:

- Sino me dejas hablar vuelvo a cortar. ¿Y que queres que les diga? Que no sabía ni escuché nada. Vi que le preguntaron a la loca de al lado también. Encima me puse re nerviosa porque pensé que sabían todo, ahora estoy cagada y paranoica ¿Por qué no venís a casa?

- No puedo. Estoy con Olivia comiendo galletitas y nadie de mi familia sabe que traje a la perra, no puedo dejarla sola.

Y le corté yo esta vez. Más tarde la llamo cuando nos hayamos enfriado.

Realmente no se como continuará esto. Por supuesto que la perra será devuelta a su hogar, no sin antes extorsionar a Jorge, tengo que ver bien cuando.
De todos modos la complicación más grande ahora será calmar a mi novia, que debe estar bastante enojada. Y no olvidemos a mi familia, cuando vea la visita que le traje.

1 comentario:

  1. JAjajajaja épico.

    Es muy freak todo esto, yo recomiendo que lo extorsiones en forma anonima si no estas hasta las muelas, se nota que el viejo de mierda es un jodido rompehuevos.

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