martes, 26 de enero de 2010

Disparandole a los gatos II


Mi novia me viene reprochando que esté más pendiente de Jorge, el que le dispara a los gatos, que de ella. Y lo cómico es que tiene razón, porque desde el día que lo vi disparando, cada vez que estoy en su casa, me quedo obsesivamente espiando por la ventana para ver que hace.
La venganza que tengo planeada tiene que ver con meterme en su casa, por eso tengo que tener mas o menos calculado cuando no está ni él ni su mujer.

De lunes a viernes, Jorge, sale a las 9 am, no sin antes higienizar la jaula de un pajaro histerico que tiene, y regresa tipo 12:30, almuerza y recién a las 16:30 vuelve a salir de la casa para regresar cerca de las 19:30. Luego de ese horario, generalmente los lunes, miércoles y domingos riega y/o corta el pasto junto a su mujer. Hace un ratito los vi juntando la mierda de Olivia, la labradora que le caga todo el jardín, por suerte esa no es solo una tarea de los martes porque sino el patio sería una mina de materia fecal.
Tienen una rutina muy establecida y tradicional, la que calculo que harán casi todas las personas mayores.

El gran problema desgraciadamente no es él, sino Nacha, su mujer, que es una ama de casa y son pocas las veces que sale de su hogar, salvo a la mañana que va al supermercado casi todos los días. Lo bueno de esto es que se toma su tiempo porque camina lento.

El escenario es, que tendría que estar una mañana en lo de mi novia, esperar a que la vieja salga a algún lado y recién ahí actuar. El problema es que no es algo fácil y sencillo, a no ser que mi novia, que ya el tema la tiene enculada, haga de cómplice y busque una forma de distraerla hasta que yo cometa la venganza en nombre de los gatos.
Quiero hacerlo cuanto antes, pero a su vez quiero que salga bien y la cosa no se frustre por malos cálculos, por eso es que me lleva tiempo observar, además porque no tengo tanto tiempo de sobra aunque así parezca, sobre todo porque el fin de semana están ambos en casa.
La ventaja que tengo es que la pared que separa las casas es mediana, por lo cual obviamente pienso entrar desde el jardín, esperemos que la perra no me ataque, dudo que lo haga porque ya la he acariciado cuando andaba correteando por la vereda.

En fin, ante cualquier novedad o detalle voy a actualizar el blog e ir contando como van las cosas. Algunos me estuvieron preguntando cuando pensaba ejecutar el plan pero no quiero adelantarme a nada, pero lo mas seguro es que apenas hagamos lo que tenemos que hacer, al instante lo cuente por acá.

Saludos a todos.

jueves, 21 de enero de 2010

Ví a la familia Pomar


Antes de que los investigadores inoperantes del país descubriesen que la familia Pomar estaba muerta hacía un mes al costado de la ruta por un accidente automovilístico, toda Argentina comentaba anonadada la misteriosa desaparición.
Falsas denuncias entorpecieron más la investigación, así que me decidí a hacer una jugada un tanto irónica al respecto.

Paseaba muy contento por calles, cuando sin querer me vi rodeado de un estereotipo de familia Pomar, es decir, vi a un señor muy parecido con su mujer y dos nenas en unos video juegos. Por supuesto que yo sabía que no eran, pero quise aprovecharme de la ocasión para gritar en pleno espacio público la gran revelación acerca del misterio que nos tuvo expectante a todos.

- ¡POMAR! Es la familia POMAR- grité fingiendo estar totalmente sorprendido.

La primera reacción fue de un grupo de jubilados apunto de cruzar la calle, que se detuvo y me miró extrañamente.
Entonces volví a replicar señalando a la familia, que estaban totalmente estupefactos.

- Son ellos, agarrenlos, NO LOS DEJEN ESCAPAR (mientras señalaba uno por uno a cada Pomar)

En un abrir y cerrar de ojos, había al menos quince personas observando; desde el diarero, los jubilados, un camarero que llevaba varios vasitos con café y algunos colados más.

Pero sin duda, lo mas gracioso fue ver como una chica rubia y hueca de no mas de 23 años, abría su cartera desesperadamente para tomar su teléfono y sacar fotos como una retrasada mental:

- ¡Ay Camilaaa, son ellos….noooo, Ayyy!- anonadada, le comentó a su amiga que todavía intentaba comprender la situación.

Pomar Falso: que mierda te pasa flaco ¿Qué tomaste?

CHIK CHICK CHICK

Pomar Falso: y vos tarada dejá de sacar fotos, no somos los Pomar ¿les falla el bocho?

Rubia hueca: Andá a cagar estúpido, nadie te insultó (al mismo tiempo continuaba sacando fotos como paparazi desesperada)

Ya con la rubia oxigenada fue demasiado, pero esto fue de no creer:

Camila: ¡BOLUDAAAA, MIRAAA, TAMBIEN ESTA EL PERRO!… ¡AHÍ ESTA!, ¡¨SON POMAR¨!- Mientras señalaba sorprendida en tono acusante y revelador, a una de las nenas que tenía en brazos un perro chiguagua (el de los verdaderos era un caniche toy)

Jubilado (alarmado y tembloroso): Que alguien llame a la policía…

Yo no sabía que hacer, esa gente estaba mucho mas enferma que yo. Hasta que casualmente escuché una sirena que pensé podría ser de la policía en camino, por lo cual no me quedó otra que empezar a correr mientras me re contra re cagaba de risa. Corrí como nunca varias cuadras, y una vez que me aseguré que nadie me había perseguido, me senté a recuperar aire riéndome desconsoladamente.

lunes, 11 de enero de 2010

Disparandole a los gatos I


Tengo bronca. Hace unos días estaba fumando en la ventana del cuarto de mi novia, en el primer piso que te permite ver el fondo de las casas y los jardines de los vecinos circundantes.
Vi como Jorge, el vecino de la casa de al lado, sacó un rifle de aire comprimido y le disparó a un gato que había en el tejado. No lo mató, son balines de plomo, pero es obvio que los lastima.

Se que el señor tiene un perro labrador, al que quiere mas que a su mujer, con la que vive peleandose. Evidentemente, al menos por ahora, el perro no le sirve para espantar a los felinos.
Estoy ideando un plan, en donde estoy casi seguro que lo haremos escarmentar para que jamás vuelva a tocar un gato.

Lo que resta es empezar a observar y convencer a mi novia, ya que no quiere meterse en problemas.

Despues seguiré contando cuando haya novedades, que de seguro las habrá.

lunes, 4 de enero de 2010

El niño insolente


Evidentemente todo me sucede en los colectivos. Me senté atrás de todo del lado de la ventilla, y de acompañante había un niño de seis o siete años jugando con un muñequito al que hacía brincar por todas partes con sus manitos, fingiendo que volaba.

Mientras yo miraba por la ventilla contando los minutos para llegar a mi casa, sentí algo que brincaba en mi pierna.

- No lo hagas más- le dije, sacando con mi mano al juguete de mi pierna.

Continué en la mía, pero el insolente volvió a hacerlo.

- La próxima te bajo del colectivo.

En el fondo medio que me lo tomaba en chiste y me reía en secreto, hasta que me dio bronca que el nene me mirara en silencio con cara desafiante y continuará haciendo saltar al juguete sobre mi cuerpo.

- Mirá….fijate como vuela.

No aguanté. Así que se lo arrebaté de la mano y se lo tiré por la ventana.

El pendejo quedó estupefacto. Por suerte nadie me vio, y para cuando el nene le fue a contar a su mamá que estaba muy entretenida hablando con otra mujer unos asientos mas adelante, yo ya me había bajado, triunfante, del colectivo.

Alguien los tiene que educar, además de malvado, también soy madre.

Soy malvado


La maldad es un costado que todo ser humano tiene, que a veces reprime en menor o mayor medida por diversas causas.
Yo, trato de controlarla, pero es una parte muy marcada en mí que me ha traído problemas, así como también, mucha diversión. No hablo de una malicia necesariamente dañina; no mato animales ni lastimo niños pequeños, sino que se trata de fechorías que realizo desde mi infancia, que poseen un toque humorístico.

La razón de mi actitud, puede tener que ver con nada más y nada menos que con el aburrimiento, que para poder exterminarlo necesito hacer cosas para divertirme, y ahí es cuando mi costado maléfico puja fuertemente, y yo, sin problema, lo dejo salir.

Trataré de ser lo mas exacto posible en la transcripción de las anecdotas y situaciones que la maldad me hace vivir .Así que después de elegir que plantilla colocarle al blog, que dicho de paso son todas feas, por cual elegí la más común que pueden apreciar, decidí crear este precario rincón en la web, para compartir mi maldad con el resto de la gente, para intercambiar fechorías y acrecentar la maldad en cada uno de nosotros.