lunes, 1 de febrero de 2010

Disparandole a los gatos III

Decidí ejecutar la tan esperada venganza contra Jorge, todo estaba listo.
Lo que sucedió fue un cliché que no esperaba que pasara, pero su parte entretenida fue la adrenalina que viví.

Jorge había salido, al igual que todas las mañanas cerca de las 10 am, así que esperé que Nacha, su esposa, vaya al mercado y tipo 11:30 am la ví yéndose con su bolsa de tela antigua.
Ni bien lo hizo, decidí cruzar la medianera e ingresé a su patio trasero mientras Florencia miraba desde su ventana lista para informarme ante cualquier eventualidad, quien dicho sea de paso no paró de decirme cosas como ¨¿Estas seguro que queres hacer esto?¨ como si se tratase de una mision suicida o de ir a luchar contra terroristas. Pactamos una contraseña, la palabra era ¨piel arrugada¨; dos palabras claves que significaban que yo tenía que salir corriendo.

Apenas salté la medianera me recibió Olivia con cara de perro feliz y comenzó a saltar y mancharme con barro la remera, ladrando y moviendo la cola agitadamente; la tranquilicé con caricias y automáticamente fue a buscar una rama para que yo se la tirara.

Lo primero que hice fue dirigirme hacia una jaula colgada en la pared en la que había un pájaro negro, de esos que se ven mucho, parecen cuervos pero nada que ver, son mas chicos y suelen andar en bandadas enormes. Duramente la semana que observé la casa de Jorge, también ví al bípedo gritando, revoloteándose por la jaula frenéticamente, pero lo que mas me conmovió fue ver como con el pico intentaba levantar la puerta de la jaula, que estaba trabada con un ganchito, para que no pueda huir. Y si, destrabé la puerta, la abrí y el pájaro salió volando felizmente sin problema alguno. Se notaba que no había sido criado en cautiverio, sino que había estado libre alguna vez, de hecho se subió a un árbol lejano y empezó a cantar como si estuviera llamando a alguien.

Por mucho plan que haya, las falencias se notan cuando lo ejecutas.

Yo estaba muy nervioso con la perra molestándome, pero lo peor fue cuando escuché un grito, que no era de ningún pájaro, sino que era mi novia.

- PIEL ARRUGADAAA PIELARRUGADAAAAAAA - gritaba como una cotorra- PIEL ARRUGADAAAAAAAAA - cada vez más loca.

Tenía que correr, o más bien saltar la medianera y volver a mis tierras, pero de los nervios que tenía no podía juntar fuerzas para saltar. Lo más triste es que es baja y yo soy alto, pero no hubo remedio.

Habían transcurrido no más de seis minutos de que Nacha había salido, pero algo la hizo regresar. Escuché como entraba a la casa, ví su silueta; la cosa es que desde adentro de su casa obviamente puede ver el fondo de su jardín, así que yo estaba a la vista para quedar en evidencia, por ello no tuve mas remedio que esconderme en un galponcito donde Jorge guarda la maquina de cortar pasto (me fijé si estaba el rifle pero a simple vista no lo ví)
El corazón me iba a mil por hora, se me salía del pecho y yo no sabía que hacer hasta que Nacha volvió a salir.

Lo malo es que no pude hacer nada, decidí postergarlo porque sentía que no era el momento, asi que lo voy a intentar nuevamente estos días, pero al menos liberé al bicharraco negro.

Hace un rato lo vi a Jorge desconcertado mientras le comentaba a su esposa el como mágicamente había desaparecido el pájaro, pero lo gracioso es que la acusó a ella porque aparentemente fue la ultima que tocó la jaula, escuché algo así:

Jorge: La puta madre, ¿donde está?

Nacha: Y que se yo, son tus bichos Jorge....

Jorge: Hoy te pedí que lo colgaras en la pared, se te aflojo el fierro, nunca te das cuenta de nada, será posible la puta madre que te parió.

Nacha: pero que no toqué nada, lo colgué nada mas, que me das la culpa a mi.

Jorge: claro, siempre la culpa la tengo yo.

Nacha: ma si.... dejame de joder......... artereoesclerosico*

* Nose bien que es eso, la habrá querido decir que tiene arteriosclerosis, pero no lo relaciono con el contexto. De todas formas me dio mucha risa.

Ella se metió a la casa de vuelta y el viejo se quedó mirando, desconcertado, los alrededores de su jardín.

Me dieron ganas de asomarme por la ventna y gritarle:

- Lo que te puedo asegurar es que no fue ningun gato.

Pero me abstuve por discreción.


CONTINUARA

1 comentario:

  1. jaja muy buena la venganza que tenes contra ese jorge, sos mi idolo, ya que yo soy amante de los gatos y me parece genial que hagas el re escandalo por un pobre animal indefenso. ojala pudiera estar ahi para ayudarte con la venganza pero bue, que sera.

    espero que termines de realizar esa venganza y seas lo mas malvado posible xD.

    salu2

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